LA BELLEZA DE LO RUDO




   En más de una ocasión hemos comentado en este blog como la Región de Murcia es capaz de cambiar por completo en muy pocos kilómetros y en esta ocasión, prácticamente a la falda de Sierra Espuña nos encontramos con uno de esos lugares de los denominados realmente rudos, lugar donde parece que la vida no quiere pasar por esos terrenos. 

  En algo más de 14 km. de una fácil y bonita ruta senderista, hemos pasado, desde el camino junto a la rambla de Librilla (también denominada rambla saladilla - por la salinidad de sus escasas aguas) a situarnos sobre el embalse de Algeciras, con unas vistas realmente preciosas de estas aguas, para continuar por el inhóspito barranco del infierno que finaliza en una maravillosa cerrazón del terreno donde tienes que caminar en fila y disfrutas de esos momentos de una manera especial.

 Desde ese punto regresamos nuevamente sobre nuestros pasos para adentrarnos por la citada rambla de Librilla, entre unas paredes que te obligan a estar con la máquina de fotos en la mano y llegar al lugar de partida.

Una excursión fácil donde realmente pudimos disfrutar de la belleza de la naturaleza ruda.


VER FOTOS DE LA JORNADA

ENLACE RUTA EN WIKILOC

A MAL TIEMPO... BUENA PREPARACIÓN




     El día no pintaba bien para salir a la montaña, por este motivo dos de los componentes del grupos decidimos seguir con nuestra preparación física de cara a terminar con los restos de Navidad (que aún quedan) y realizar una larga, bonita y cómoda salida senderista.

   En esta ocasión hemos seguido toda la ruta que desde Murcia nos conduce a la Contraparada del Segura. Una etapa que al final ha sumado algo más de 25 km. que se recorren de manera cómoda al ser prácticamente llana y en día como el de hoy, con nubes y algunas gotas de lluvia, prácticamente en solitario.

    El paseo por el Segura podría ser una auténtica maravilla, pero....
te dan ganas de llorar cuando piensas que alguna persona está cobrando por ser responsable de su mantenimiento y te encuentras que desgraciadamente está casi todo el cauce del río lleno de cañas secas, cuando no de basura. Tenemos que dar gracias a la Providencia de que no dice de caer lluvia fuerte, ya que en este caso las inundaciones estarían aseguradas.

     Te dan ganas de llorar también cuando (da igual por el margen derecho que por el izquierdo) todo el camino está repleto de excrementos de perros, lo cual dice mucho de la educación de esas personas que tanto dicen querer a los animales y son incapaces de recoger sus restos, así como de la poca vigilancia que se le da a este tema que tanto desdice a nuestras Ciudades.

   Esperemos que estos temas se puedan solucionar algún día y nos podamos sentir orgullosos de pertenecer a una tierra con Cultura.



 PINCHAR PARA VER FOTOS 

VER RUTA EN WIKILOC

SIERRA ESPUÑA CON VISTAS AL MAR Y A LA NIEVE


  Una auténtica maravilla la excursión senderista realizada por Sierra Espuña y eso que el viento y el frío nos ha acompañado toda la mañana, pero al final incluso se ha agradecido la temperatura de este mes de febrero y eso a pesar de que en esta ocasión no hemos divisado ningún Arrui, suponemos que el día sería más aconsejable buscarlos por las distintas ramblas mejor que por las cumbres. 

   Comenzamos nuestra andadura desde el aparcamiento de Collado Magueta, para dirigirnos a los Pozos de la Nieve de Cartagena, Orihuela y La Villa, seguimos el sendero donde los bebederos preparados para los citados Arruis se encuentran totalmente congelados y con una muy espesa capa de hielo capaz de aguantar nuestro peso, continuamos el camino para rodear, con unas preciosas vistas de la costa de Mazarrón, el alto de Pinos Blancos para culminar en la cumbre de Pedro López.

     El descenso realizado en un principio por el mismo camino, para desviarnos a nuestra izquierda y regresar por los Pozos de la Nieve de D. Eleuterio, donde reconstruido uno de ellos se puede llegar al fondo del mismo en su interior.

     Y todo este camino entre pequeños restos de la nieve caída últimamente y que te retraen en el tiempo a lo que sería el trabajo en los citados Pozos de la Nieve, con unas ropas en nada parecidas a las utilizadas en estos tiempos por los que nos dedicamos a pasar simplemente como senderistas.