Son muchas las escapadas senderistas realizadas por la zona de Zaén (Moratalla), pero no había tenido la oportunidad de conocer las cuevas de La Iglesia, El Murciélago y la de El Barco y la verdad es que me han sorprendido por su belleza, de manera muy especial las dos primeras con unas preciosas estalactitas y estalagmitas, lástima que la falta de cultura, educación y respeto de más de un visitante las han dejado en muchos sitios con trozos rotos y faltantes de lo que la naturaleza ha tardado siglos en crear.
Tengo que reconocer que las fotografías realizadas no reflejan lo realmente bonitas que son y en alguna ocasión me acercaré con otra máquina de fotos para intentar sacar algo más de esa belleza que tienen.
En cuanto a la cueva del esquilo, conocida por cueva del barco, por el barco que tiene pintado en su exterior y datada en el siglo XVI su realización, es algo que por curiosidad merece a pena acercase a conocer.
Siguiendo con nuestra caminata nos dirigimos a ver esas encantadoras vistas que se tienen desde las cuevas de Zaén sobre todo el campo de San Juan.
Otra mañana donde el caminar nos ha llevado a lugares de nuestra geografía regional y donde, por supuesto, hemos podido terminar con una buena carde de cordero.
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